Lo que hace único al Parque Nacional Palo Verde es su diversidad de ecosistemas, lo cual se debe a su ubicación entre el bosque seco tropical y los humedales del río Tempisque. El parque incluye sabanas, bosques secos, manglares y pantanos, lo que lo convierte en un hábitat esencial para una amplia gama de especies.

Flora y fauna

Uno de los principales atractivos de Palo Verde es su impresionante biodiversidad. El parque alberga más de 300 especies de aves, muchas de ellas migratorias. Algunas de las especies más notables incluyen al jacamar de pico ancho (Galbula leucorrhyncha), el gavilán de cola corta (Accipiter striatus), el cormorán neotropical (Phalacrocorax brasilianus) y el buitre de cabeza amarilla (Cathartes melambrotus), entre otras.

Además, el parque es un refugio para la fauna terrestre, como los monos aulladores (Alouatta palliata), los coatíes (Nasua narica), los pecaríes (Tayassu pecari), los zorros y diversos reptiles como las iguanas y las serpientes. También se pueden encontrar mamíferos como los murciélagos y, aunque es más difícil de avistar, el puma (Puma concolor) también habita en las zonas más remotas del parque.

El sistema de humedales del parque es particularmente importante para la vida acuática y las especies migratorias. El río Tempisque es esencial para la reproducción de varias especies de peces y reptiles acuáticos, y las lagunas y ciénagas sirven como zonas de descanso y alimentación para muchas aves migratorias que viajan por Centroamérica.

Aves migratorias y residentes

El parque es un destino de clase mundial para la observación de aves debido a la gran cantidad de aves migratorias que descansan en los humedales del río Tempisque. Entre las aves migratorias que se pueden observar en el parque están la espátula rosada (Platalea ajaja), las garzas y los cormoranes. Estas aves migran desde América del Norte y el Caribe, por lo que Palo Verde es una parada clave en su viaje.